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Planeta, Barcelona, 2013, 592 pp
ISBN: 978-84-08-03553-4

Sinopsis

Virginia acaba de heredar el negocio familiar: la librería Palinuro. Entre el montón de ejemplares, polvo y papeles que su padre acumuló, pronto aparece la historia de Carlota Guillot y la búsqueda de un libro, escurridizo y caprichoso, que formó parte de una de las bibliotecas particulares más sibaritas de la Barcelona napoleónica. Una historia prolongada a lo largo de las décadas más convulsas del siglo XIX en que la ciudad asistió, incrédula, a su mayor transformación: el derribo de las murallas y la urbanización de su paseo más emblemático, La Rambla. El aire que respiras es un canto de amor a los libros, pero también a la ciudad de Barcelona. Después de leer esta gran historia coral, la ciudad no volverá a ser la misma.

«Tiemblo a tu voz y tiemblo si me miras y quisiera exhalar mi último aliento abrasada en el aire que respiras.»


En palabras de la autora:

Después de dos meses de ir arriba y abajo hablando de una novela que has escrito, es difícil decir algo que todavía no hayas dicho. Aun así, intentaré hacerlo porque el espacio —y el anfitrión— se lo merecen y porque quiero demostrarme que todavía no está todo dicho de El aire que respiras. Ni mucho menos.
Me hace muy feliz haber escrito esta novela. Estoy presente, de una manera u otra, en todas y cada una de sus páginas. Están algunas de mis manías de jovenzuela (por ejemplo, los poetas románticos) y algunas de mis obsesiones de persona adulta (por ejemplo los libros antiguos, caros, imposibles de conseguir). Está el escenario de siempre: el de la honestidad, el de la ilusión, el del amor por cada piedra y cada brizna de polvo de la calle. Es decir: está Barcelona, pero también el Maresme donde nací. Hay personajes que invitaría a cenar a mi casa, si pudiera y se dejaran. Monsieur Víctor Philibert Guillot, por ejemplo. Me gustaría tener una conversación sobre la pereza que da la política y tener una opinión formada y contundente de cada cosa. Pero, sobre todo, me gustaría ser amiga —y recibir a menudo— al librero Ángel Brancaleone y a su panda de colegas chiflados. Me encantaría participar de sus locuras a pesar de que no me querrían, porque soy una mujer. Una mujer que lee y escribe. Un ejemplar exótico de una especie peligrosa.
Podría decir que me lo he pasado muy bien escribiendo este libro, pero creo que se hace bastante evidente al leerlo. Estoy convencida de que esto se nota en cada palabra. Lo que quizá no sea tan evidente es que nunca ninguna historia me había obsesionado como esta. Hasta el punto de no dejarme dormir, ni hacer nada más, sino escribir y escribir horas y más horas, hasta dieciséis al día.
El caso es que con esta novela he entendido algo que en cierta forma ya sospechaba: la obsesión mejora las novelas, las hace más brillantes, más de verdad, las redondea, las llena de detalles. La obsesión mejora las novelas pero habría que añadir que agota a los novelistas.
Ahora, llena por completo de obsesiones y de esas emociones que afilo siempre que escribo, la novela es ya de los lectores. Me he dado cuenta de que los Brancaleone enamoran incluso a los hombres más secos. Me gusta hablar de ellos como si fueran de la familia. Me gusta asentir con la cabeza mientras alguien opina que son buena gente, o se duele por su destino, o canta sus virtudes. Es como si me hablasen de alguien de la familia. Y es que los personajes des esta novela ya son de la familia, pero de una que tiene miles de personas, a la cual me hace muy feliz pertenecer: la que firmamos los seres de ficción, los lectores que la disfrutan y aquella que un buen día, más o menos por casualidad, se imaginó. Un lujo de parentela.
Y ahora creo que sí, que ya está todo dicho de El aire que respiras. Por lo menos por mi parte. Ahora tenéis que opinar vosotros.

 

Para leer el primer capítulo, pulsa aquí

 

Han dicho de ella:

"Vuelve a demostrar la extraordinaria habilidad de Care para armar un puzzle gigantesco con una argamasa narrativa exquisita que va uniendo las piezas como por ensalmo, acrecentando nuestra sensación de que a la autora le quedan pocos retos por superar"

Juan Carlos Palma, Soltando Lastre

 

"Care pone su creatividad al servicio de una pasión y una vez más sale de esta empresa con buena nota, demostrando de nuevo que es uno de los nombres que hay que tener en cuenta y que no se debe dejar pasar ninguna de sus novelas bajo riesgo de arrepentimiento eterno."

Jordi Cervera, El blog de Jordi Cervera

 

"En los tiempos que corren, leer una novela como esta da gusto".

Ángeles Prieto, La biblioteca imaginaria

 

"Una novela que entretiene desde la primera página, con un fondo histórico apasionante y complejo"

Culturamas


“El aire que respiras” es una gran novela, amena, inmensa, divertida y muy entretenida y que recomiendo sin ninguna duda. Una de las novelas más importantes de este año.

Javier Rodríguez, La librería de Javier (Alcalá de Henares)

 

"De todo hay en esta abigarrada historia, la más ambiciosa de Care Santos"

Ángel Basanta, El Cultural (El mundo)

 

"Un libro para descubrir curiosidades, enamorarse de Barcelona, de los libros y de los personajes. Si no lo lees te arrepentirás."

El mundo de Desdémona

 

"Un proyecto muy ambicioso, muy trabajado y muy bien documentado, que estilística y estéticamente ganan al lector desde la página uno. Una novela de calidad, que entretiene y que enseña".

Los libros y yo